6.02.2006

Y terminó por matarla

Fue por todo el daño que le había hecho. Sabía que nunca quiso lastimarlo, pero lo había hecho, con el solo hecho de existir. Y por eso cortó ese cordón que lo ahogaba: la existencia de la mujer amada. Y esperó que todo volviera a la cómoda normalidad. Se felicitó por su determinación. Admiró su valor. Y miró al futuro con nuevas esperanzas.
Pero hoy la vió. Sigue viva. Y él, con la misma punzada de dolor en sus entrañas. Y mientras la vé, como si se tratara de un fantasma, se preguntaba: ¿Terminaría de desangrarse algún día?